Los consumidores y usuarios cordobeses reclaman un 20,65% menos que el año anterior. Así se extrae de la memoria del servicio de Consumo de la Junta de Andalucía de 2016. Concretamente, se han registrado 1.041 reclamaciones y 211 denuncias presentadas por consumidores y usuarios contra proveedores de bienes y/o servicios.
Por primera vez, las empresas suministradoras de electricidad tienen tantas reclamaciones como las que prestan servicios de telefonía (el 23,69% del total). En cuanto a los datos, Luna ha destacado que la evolución del número de reclamaciones en los últimos años ha sido de un descenso continúo. Partiendo del año en el que más reclamaciones hubo, en 2009, hasta ahora, el descenso ha sido del 50%.
Es decir, se ha pasado de 2.118 a 1.041 reclamaciones. La delegada ha valorado que “estos datos nos permiten extraer algunas conclusiones como que hemos vuelto al nivel de reclamaciones previo al inicio de la crisis (2007), estando sobre las 1.000, que viene a ser la media histórica de reclamaciones que tramita el Servicio de Consumo en Córdoba”.
La reducción en el número global de reclamaciones experimentada en 2016 con respecto a la media del periodo 2008-2012, que se observa en la evolución, obedece a que durante este periodo se vivieron situaciones extraordinarias como las agresivas campañas publicitarias de las operadoras de telefonía móvil, que invitaban a la portabilidad a cambio del regalo de un terminal nuevo, así como el paso de la factura del suministro eléctrico de bimensual a mensual. Estos hechos, por sí mismos, doblaron el número de reclamaciones en esos años. En la actualidad, el consumidor cambia de operadora de telefonía en función de la tarifa, obviando otro tipo de estímulos que invitaban a un continuo trasiego de clientes entre compañías.
Por sectores, las telecomunicaciones aglutinan el mayor porcentaje de reclamaciones (259), aunque este dato supone una reducción del número de reclamaciones del 33% con respecto al año anterior. El siguiente sector, con un 23,69% de las reclamaciones es el de servicios esenciales (226 en total), seguido del comercio (153), Financieras e inversiones (39), automóviles y accesorios (53) y transportes (39), entre otros. El perfil del reclamante es hombre de entre 31 y 50 años de edad, dedicado a distintos oficios o técnico superior. (60% hombres y 40% de mujeres).
La delegada territorial felicita el trabajo de los profesionales del servicio de consumo “por el esfuerzo realizado para garantizar la defensa y protección de los derechos de las personas consumidoras y usuarias”. Por otra parte, la delegada ha apuntado que “no debemos obviar que una reducción en el número de reclamaciones puede ser consecuencia directa de una mejora en la calidad de los servicios prestados o de los productos vendidos”.