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La Comisión Europea (CE) ha propuesto nuevas normas para reducir el riesgo y uso de plaguicidas en la Unión Europea (UE), cumpliendo el objetivo de la Estrategia ‘de la granja a la mesa’, para un sistema alimentario justo, saludable y respetuoso con el medio ambiente.
Esta propuesta se sustenta en diferentes líneas de actuación, tales como objetivos jurídicamente vinculantes, nuevas reglas para hacer cumplir el control de plagas respetuoso con el medio ambiente, la prohibición del uso de todos los pesticidas en áreas sensibles y el apoyo excepcional de la UE a los agricultores a través de la PAC
Los objetivos jurídicamente vinculantes se establecen a nivel de la UE para reducir en un 50% el uso y el riesgo de plaguicidas químicos y el uso de plaguicidas más peligrosos para 2030. Los Estados miembros deberán establecer sus propios objetivos de reducción dentro de parámetros claramente definidos, así como sus propias estrategias para garantizar que el objetivo a escala de la UE se alcance de forma colectiva.
La nuevas reglas para hacer cumplir el control de plagas respetuoso con el medio ambiente determinan un nuevo marco de aplicación integral para garantizar que todos los agricultores practiquen el Manejo Integrado de Plagas (IPM), en el que todos los métodos alternativos de control de plagas se consideran primero, antes de que los pesticidas químicos puedan usarse como último recurso o medida.
El uso de todos los pesticidas está prohibido en áreas sensibles y dentro de los 3 metros de estas áreas, como parques o jardines públicos, áreas de juego, terrenos recreativos o deportivos, caminos públicos, así como áreas ecológicamente sensibles.
Finalmente, en esta transición y durante un periodo de cinco años, los agricultores recibirán el apoyo excepcional de la UE, posibilitando a los Estados miembros utilizar la PAC para cubrir los costos de los nuevos requisitos para los agricultores.
Todas estas reglas conforman el compromiso europeo de detener la pérdida de biodiversidad en Europa en acción, proteger la salud, ayudar a construir sistemas alimentarios sostenibles en línea con el Pacto Verde Europeo y garantizar una seguridad alimentaria duradera. Son un reconocimiento de que abordar los desafíos relacionados con el clima y el medio ambiente es la tarea decisiva de esta generación.
