El presidente del Partido Popular de Baena y portavoz del grupo municipal popular en el Ayuntamiento, José María Baena, calificó como “injusta, cobarde e incompetente” la actitud del alcalde, Jesús Rojano (PSOE), ante la problemática con los trabajadores municipales de los que dijo que “se están maltratando y atropellando sus derechos” en relación a la negociación de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT).
Unas declaraciones muy críticas que tuvieron lugar ayer, en la sede de los populares baenenses, en una convocatoria ante los medios de comunicación para dar respuesta a las afirmaciones realizadas por el alcalde en el último Pleno Ordinario en relación a este polémico asunto.
En primer lugar, el portavoz popular aclaró que esta comparecencia obedecía a dos cuestiones, una formal, motivada por la propia mecánica plenaria y la imposibilidad de réplica por parte de la oposición tras el último turno de palabra del alcalde, y otra de contenido, ante la gravedad de las manifestaciones realizadas, argumentando que “el PP de Baena no puede callar, ni ante estas declaraciones ni ante la preocupante deriva que está tomando este asunto, porque – según dijo- el que calla otorga”.
El presidente de los populares baenenses analizó, una por una, las declaraciones en el Pleno del primer edil socialista y de la delegada de Personal, Almudena Sevillano, a quienes pidió también “un ejercicio de autocrítica y una disculpa ante los trabajadores”.
La delegada de Personal afirmó en el Pleno que la eliminación del complemento de productividad se hacía “por recomendación de la empresa asesora en la RPT que advierte que se está cometiendo una irregularidad”. Para Baena, “esta es la primera mentira” y tras explicar brevemente la estructura salarial del personal del Ayuntamiento, de la que dijo que con los años se había creado un “sistema retributivo perverso”, concluyó que “no se elimina la productividad por irregular, sino como medida de presión en la negociación”.
También recibió duras críticas por parte de los populares, la afirmación del alcalde de haber “malcriado a algunos trabajadores que consideran que tienen mas derechos que obligaciones”. Fue aquí donde Baena, tras reflexionar sobre el origen político de esta situación “ideada y mantenida con los años para manejar y controlar voluntades”, aseguró que “eso no es malcriar a los trabajadores, sino maltratarlos” y calificó estas palabras como “muy injustas”, a la vez que tildó al alcalde de mostrar una actitud “cobarde e incompetente” ante este asunto, ya que “existe un interés perverso de quedar bien ante los vecinos” acusando en general y sin especificar en cada caso.
Sobre la declaración de suprimir en el convenio “algunos privilegios que no son sostenibles” acusó al alcalde de “irresponsabilidad peligrosa al volver a poner a los pies de los caballos a los trabajadores y sembrar dudas ante la opinión pública”, afirmando que “cuando un político habla de privilegios, derechos y obligaciones, debe tener mucho cuidado con lo que dice”.
Por último, sobre la afirmación de aplicar “autoridad y disciplina”, criticó el error de confundir autoridad con “autoritarismo”, afirmando que “la autoridad se gana con el prestigio y la coherencia moral, mientras que el autoritarismo se ejerce y solo exige obediencia”, apelando a la capacidad de diálogo, al ejercicio de autocrítica y a pedir perdón a los trabajadores.