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La campaña especial de vigilancia al transporte escolar y de menores que la Dirección General de Tráfico (DGT) ha realizado entre el 4 y el 8 de febrero para comprobar que los vehículos dedicados a este tipo de transporte cumplen la normativa establecida, se ha resuelto en la provincia de Córdoba con 78 denuncias, en las que han estado implicados 35 vehículos del total de 41 que han sido controlados.
Durante los cinco días de duración de la misma, los agentes han comprobando que las autorizaciones y documentos que deben tener dichos vehículos sean los correctos para la prestación del servicio. Asimismo, los agentes han verificado que las condiciones técnicas y elementos de seguridad del vehículo son los que exige la normativa, así como los requisitos especiales que debe cumplir el propio conductor, como son el permiso de conducción o los tiempos de conducción y descanso.
Las principales causas de las denuncias han estado relacionadas con la autorización especial para realizar transporte escolar, con 16 denuncias y 12 ha sido formuladas por falta de suscripción de un seguro de responsabilidad civil especial para este tipo de transporte.
También se han formulado 12 denuncias por mal funcionamiento de las puertas de servicio y emergencias y sus dispositivos de accionamiento, tres por no exhibir la señal de transporte escolar, una por no estar al corriente de la ITV, una por carecer de permiso de conducción y 33 por otras infracciones menos relevantes para esta campaña.
En el cómputo global de Andalucía, han sido controlados durante esta campaña un total de 516 vehículos dedicados al transporte escolar. De ellos, los agentes han denunciado a 303 vehículos, lo que supone el 58,7% del total.
Hay que destacar en esta campaña que ningún conductor dio positivo ni en la prueba de alcoholemia ni en la de drogas. Tampoco ninguno de los vehículos fue denunciado por exceso de velocidad.
Asimismo, debido a la importancia que tiene el cinturón de seguridad en caso de accidente, se ha prestado especial atención al uso éstos en aquellos autobuses escolares que los lleven instalados. Así, se ha constatado que todos los vehículos controlados hacían uso del sistema de retención.
Según diversos estudios, el uso de un sistema de seguridad en autobuses reduciría las lesiones mortales en un 90% en caso de choque frontal o vuelco, ya que correctamente abrochado evita la proyección del pasajero (adulto o niño) y reduce los impactos en el pecho, abdomen y piernas. Desde octubre de 2007 se deniega la matriculación a cualquier autobús que no lleve instalados estos sistemas de retención.
