Un año más, la Casa de la Condesa, sede de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa, ha vuelto a vibrar con los redobles y toques del tambor de los alumnos del Taller Municipal de Redoble que se clausuró ayer con la entrega de diplomas y una exhibición de los toques aprendidos por los más de 40 niños y niñas de entre 4 y 12 años que han participado este año.
Las clases, a cargo de los monitores Ramón Sánchez y Rafael Párraga, como en años anteriores, se han desarrollado en la caseta municipal, comenzando con la entrada de la Cuaresma y divididos en dos grupos por edades, como así ha explicado a Televisión Baena, Ramón Sánchez quien recordó que “son ya 30 años” los que lleva al frente de esta escuela de redobles “enseñando el toque del tambor de Baena a muchas generaciones de judíos”.
Además de los distintos toques del tambor de Baena, de procesión y “de calle”, y los redobles cruzados, estos jóvenes judíos han aprendido otra de las tradiciones más singulares del judío, como es el “Paso del Evangelista”, conocido popularmente como “asustar”.
El presidente de la Agrupación de Cofradías, Guillermo Iván Bernal, hizo entrega a cada participante de un diploma de recuerdo y animó a los niños y niñas «a participar en la próxima edición para seguir aprendiendo el arte del redoble».
Tras el acto de recogida de diplomas, los redoblantes hicieron sonar sus tambores con todos sus sones, mostrando a los presentes lo aprendido durante este taller. Ni que decir tiene que el futuro de la Semana Santa baenense y de la figura del judío está garantizado.