En relación con los comentarios vertidos en el programa de TVB dirigido por doña Ángeles Esquinas el pasado día 27 de julio, así como en su reposición del domingo 30 del mismo mes, relativos a la solicitud de ayuda por parte de la comunidad del Monasterio de Madre de Dios para pagar deudas, una de las empresas acreedoras hace constar lo siguiente:
Primero: Las monjas dominicas de Baena mantienen deudas con diversas empresas. Una de ellas llevó a cabo en el año 2014 la primera fase de la restauración del artesonado mudéjar del Coro del convento, además de otros trabajos que les fueron encargados posteriormente. Para realizar la intervención las dominicas contaron desde el primer momento con su correspondiente memoria y presupuesto, ambos imprescindibles para la solicitud de cualquier subvención pública. Dicha memoria, en la que aparecía también el presupuesto, les fue remitida vía electrónica el 18 de junio de 2014.
Segundo: El 24 de junio de 2014 tuvo entrada en el registro de la Excma. Diputación una solicitud de subvención para el fin anteriormente expuesto. Dicha solicitud está firmada por la priora de las dominicas, lleva el sello y membrete del convento y contiene además la memoria de intervención indicada y la cantidad en la que se había presupuestado.
Tercero: Durante el tiempo que duró el proceso de restauración y en la fase justificativa de la subvención, las dominicas mantuvieron un contacto fluido con Diputación tanto telefónico como por vía electrónica, correo ordinario y visitas personales. Es, por tanto, totalmente incierta la afirmación que ha aparecido en algún medio en la que se indicaba que «Nunca nos dio un proyecto ni un presupuesto porque no era con nosotras sino con Diputación». Desde el primer momento las dominicas tuvieron ambos documentos e incluso, tal y como aparecía en la memoria de restauración, se comprometían a sufragar una parte del coste “con recursos propios”.
Cuarto: La restauración del artesonado no fue meramente estética que se hubiera podido realizar en cualquier otro momento, sino que tenía un carácter urgente. Cuando se comenzó la intervención se pudo comprobar la existencia de numerosas piezas sueltas que corrían grave riesgo de desprendimiento. De hecho, las religiosas no utilizaban este espacio desde un tiempo atrás por temor al estado en el que se encontraba.
Quinto: Las cifras a las que hacen referencia no son exactas, si bien la Ley de Protección de Datos que preserva especialmente los de carácter económico, impide a la empresa hacer públicas las que se corresponden con la realidad.
Sexto: Las subvenciones de carácter finalista tienen que destinarse exclusivamente al fin que aparece en sus correspondientes memorias descriptivas, nunca a ninguna otra actuación aunque se considerase por el beneficiario más necesaria. Como es prescriptivo, el dinero de las subvenciones se transfiere siempre a cuentas bancarias cuyo titular ha de ser el beneficiario.
Séptimo: La deuda a la que aluden relativa a intervenciones en los muros de la calle Coro y otras similares, la mantienen con un empresario de la construcción que nada tiene nada que ver con esta empresa, algo de lo que se quiere dejar especial constancia ya que tanto en la carta de solicitud de ayuda económica como en las declaraciones efectuadas por una de las religiosas dominicas no parece quedar del todo claro que se trata de alguien diferente.
Octavo: A día de hoy no existe abierto ningún proceso monitorio de reclamación de deuda y la empresa nunca se ha negado al establecimiento de un plan de pagos. La relación con las Dominicas ha sido siempre excelente y prueba de ello son las múltiples ayudas que se les han prestado de forma desinteresada en sus gestiones con la Seguridad Social, Departamento de Extranjería, Servicios Sociales Comunitarios y Centros de Valoración y Orientación de personas con discapacidad, entre otros muchos organismos públicos y privados”.
Fdo: Grupo Sant’Angelo