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A pesar del cierto pesimismo que cunde en el lado de la producción, por la evolución del cultivo del olivar en los dos últimos meses, afectado por las olas de calor de mayo y junio, existe un alto grado de optimismo por el balance de la comercialización total que este año se va a convertir en un nuevo récord.
Las últimas cifras provisionales elaboradas por la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), correspondientes al mes de mayo, recogen una gran campaña de comercialización global, del orden de 1.100.000 toneladas, lo que se traduce en unas salidas mensuales de 134.000 toneladas.
Un dato que para los productores es realmente positivo porque los precios a los que se han cerrado los contratos son realmente aceptables y rentables; aunque no lo sean en la misma medida cuando los balances provienen de las dos grandes asociaciones sectoriales, Anierac y Asoliva.
En el caso de los socios de Asoliva, que aglutina a los grandes industriales exportadores de aceites, en el primer trimestre de este año las exportaciones han caído un 15%, debido sobre todo al incremento del 40% de los precios en origen y el incremento de coste de las materias primas auxiliares.
Según datos manejados por Asoliva, en el primer trimestre de este año las ventas de todas las calidades de aceites de oliva han caído un 16,66% (envasado y granel), mientras que en la modalidad de envasado el descenso se ha situado en el 9,54%.
Por regiones, el mercado comunitario ha aguantado bien las exportaciones de aceite envasado pero no así, el resto de Europa, donde se ha experimentado una caída del 15,33%, seguido de América del Norte (EE.UU, Canadá) donde se observa una bajada del 10%. Peor comportamiento ha tenido Asia y Pacífico donde se ha experimentado un recorte del 24%.
Respecto a la evolución de exportaciones de aceites de oliva a granel, los datos de Asoliva recogen una caída en el mercado comunitario del 32,47%, una reducción del 19,6% en el mercado de Estados Unidos y Canadá, un 33,35% menos en Resto América, México y Argentina, un 24,30% en Oriente Medio y África y un 18,57% en Asia y Pacífico. En resumen, las exportaciones a granel han caído un 23,41% en el primer trimestre de este año.
En el caso del mercado interior, las cifras de salidas que recogen los industriales refinadores y envasadores asociados a Anierac tampoco son muy positivas desde hace algunos años, aunque también cabe mencionar que hay empresas como el Grupo Dcoop que no forman parte de las mismas y eso dificulta también que las cifras de Anierac representen a todo el conjunto de operadores.
Según el balance de las últimas campañas el mercado interior se mueve en un consumo entre las 500.000 y las 543.000 toneladas (campaña 2020/21) y no muestra signos de dinamización frente al girasol, salvo los meses de marzo y abril con la invasión de Rusia en Ucrania y el problema del desabastecimiento de los aceites de girasol.
Y ante tan negativos balances por parte de las asociaciones empresariales ¿cómo se justifica que la comercialización de aceite de oliva esté en momentos históricos? Pues la solución la encontramos en el importante tirón que está teniendo el aceite de oliva para otros usos agroalimentarios que no son domésticos. Sin duda que la crisis del girasol que se inició en Marzo, con precios por encima de los 3€/ltro ha ayudado a que las empresas de alimentación y similares hayan encontrado en el aceite de oliva una alternativa que se puede adaptar a sus necesidades, con el consiguiente beneficio para nuestro sector.
FUENTE: OLIMERCA
