Bajo un sol espléndido amaneció ayer el Domingo de Ramos en Baena. Después de dos años de ausencia, se volvieron a escuchar por la Almedina los sones de tambores judíos y los pequeños cofrades salieron a la calle para acompañar a Jesús a lomos de la borriquita. La iglesia de Santa María la Mayor estvo abarrotada y la Plaza del Ángel engalanada por el color de las túnicas cofrades y por el sonar ininterrumpido de los ínfimos tambores.

A lo largo del recorrido oficial hubo caritas de sorpresa ya que para muchos niños ayer fue una nueva experiencia jamás vivida y sentida. La Plaza de la Constitución, la calle Cardenal Herranz Casado o la Muralla presentaron un lleno absoluto ya que nadie quería perderse la primera procesión de esta Semana Santa, la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén.

La Semana Santa baenense ha tenido su total pero pequeña representación. Cada hermandad ha estado representada por algún pequeño que ha portado en sus manos una rama de olivo o una palma. Más de 400 pequeños, acompañados en cada momento por sus padres, han deleitado las abarrotadas calles y celebrado el inicio oficial de la Semana Santa en Baena.