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El cofrade Juan Carlos Roldán ha sido el encargado de pronunciar este año 2024 el IV Pregón al Costalero, Hermano de Andas, Varal y Palio, organizado por la Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias de la Cofradía del Dulce Nombre. Un canto que ha despertado sentimientos y emociones entre los asistentes a este acto que ha tenido lugar en la iglesia de San Bartolomé.
Roldán, quien fuera también pregonero de la Semana Santa de Baena en 2019 y en 2021 en un formato especial por la pandemia del covid-19, ha pregonado al hermano de andas en esta localidad a través de un pregón impregnado de un tono poético y en el que ha tenido cabida la historia, un homenaje al barrio de San Bartolomé, y una firme reivindicación y defensa del Hermano de Andas.
A lo largo de su canto, el pregonero ha asegurado que cree “firmemente, que cargar, que portar nuestras imágenes, constituye uno de los actos más sublimes de amor y entrega cofrade” y ha insistido en que “el portador, el hermano de andas así lo entiende y, cuando lo hace, lo convierte en su forma de rezar, de entrar en comunión con su devoción”.
Para Roldán, “si el judío reza tocando el tambor, el hermano de andas lo hace a través de su esfuerzo, de su compromiso y de su dolor ¿os parece poca la oración?”, ha dicho, al tiempo que ha precisado que “ser un hermano de andas es mucho más que cargar un santo o una imagen sobre los hombros. Se trata de convertirse en mensajeros de la fe, en propagadores de la devoción, porque cuando vas bajo el paso, el trono o las andas, algo comienza a transformarse en tu interior”.
Finalizado el pregón, ha tenido lugar el Besamanos a Nuestra Señora de las Angustias de San Bartolomé, que ha contado de principio a fin con las emocionadas marchas de su centuria romana. Tanto la Centuria como los hermanos de andas han acudido a este acto ataviados con su uniforme reglamentario y protagonizando un desfile desde su cuartel hasta la iglesia.
La Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias se constituye en 1922 en la Parroquia de San Bartolomé de Baena y se integra dentro de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús, Santo Cristo del Calvario y Soledad de María Santísima de la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, para dar culto a la imagen de la Virgen las Angustias.
El 22 de julio de 1936, recién iniciada la guerra civil, la iglesia de San Bartolomé fue víctima de un terrible incendio que acabó con todo lo que en ella había. La imagen de la Virgen de las Angustias no fue una excepción y las llamas acabaron con el Cristo yacente que portaba en su regazo, con su cuerpo y con sus manos salvándose solo la cara de la imagen. En el año 2015, pudo ser recuperada para su culto.
