La organización agraria Asaja Córdoba ha informado del final de la campaña del girasol en la que se ha registrado una reducción de la superficie de este cultivo en la provincia de Córdoba del 15% en referencia al año pasado debido a su escasa rentabilidad.
Esta situación “pone en peligro la continuidad del cultivo por el bajo valor de los ingresos en la venta de la cosecha”, pues está por debajo de los costes de producción que se sitúan en torno a los 480 euros por hectárea, según los datos de la Junta de Andalucía.
Esto hace que el agricultor no tenga interés en sembrar girasol y apueste por otros cultivos como el garbanzo, “que le ha comido bastante terreno este año al girasol”, o la colza, cuyo repunte en esta campaña ha sido menor.
En 2017, la superficie de este cultivo en Córdoba fue de 37.102 hectáreas, siendo la tercera provincia andaluza con mayor superficie, por detrás de Sevilla, con 121.585 hectáreas, y Cádiz, con 61.654 hectáreas. Además, la climatología no ha acompañado en las anteriores campañas a este cultivo y los rendimientos han sido muy bajos.
No obstante, este año, que comenzó la siembra con aproximadamente un mes de retraso debido al exceso de humedad en el suelo, ha finalizado la campaña de girasol con unos rendimientos medios rondando la media en la provincia los 1.200 kg/has., un 20% más que la campaña 2017 en la cual los rendimientos fueron medio-bajos.
Sin embargo, el rendimiento graso este año ha sido algo menor de lo esperado situándose la media en el 40%, no alcanzando los parámetros mínimos de cotización del 44%. Ello hace que se vea mermado el precio final del girasol, que ya de primera era bajo, y al final de la campaña ha sufrido otra bajada no viéndose reflejado ninguna subida en la campaña en girasol linoleico 9-2-44 cerrando en 314€/t. Sin embargo, el alto oleico comenzó un poco más bajo y ha subido un poco al final siendo la última cotización 379€/t.
Además, a nivel mundial, aunque crece un cinco por ciento la oferta de pipa de girasol con 49,8 millones de toneladas, existe un menor crecimiento del consumo, en concreto un 3,87%. En el caso de Francia, se ha registrado una reducción del 22 por ciento del girasol.