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Un año más, Baena ha olido a fuego y a madera quemada. Baena ha latido al sonar enfurecido de tambores. Baena ha estado inmerso en sus más queridas y antiquísimas tradiciones. Baena ya ha disfrutado de la celebración de la víspera del día del padre. Jornada de amistad, de amor fraternal y de cajas y candelas, en honor a San José.
Apenas se había iniciado el mediodía cuando, desde lo más alto del casco antiguo, allá por la Almedina, empezaron a oírse los primeros golpeteos, casi solitarios, del sacudir de tambores por manos ansiosas y casi desesperadas como si el día y la madrugada, fueran a agotarse en unos minutos.
Con el transcurrir de la tarde, ese tímido golpeo se tornaba un atronador sonido de cientos de baquetas contra los pellejos de cabra. El corazón de Baena palpitaba a un ritmo descontrolado y sus calles se abarrotaban de hombres, mujeres y niños con sus tambores asidos y golpeados.
En esta tarde, nadie iba vestido de judío, Baena no es cofrade en este día de víspera, y sin otro uniforme que el tahalí, el tambor o las baquetas y a su libre albedrío, los baenenses se reunieron por familias, por amistades o ambas, y tocaron sus tambores en barras de bares o en torno a grandes hogueras.
En los últimos años, el número de candelas se ha visto muy mermado en favor de aquellos que salen a las calles a tocar el tambor sin descanso durante horas, de ahí, que este 2024, desde el Ayuntamiento hayan querido incentivar esta antiquísima tradición con el fin de que no se pierda. Para ello, se ha organizado una gran fogata en la Plaza de la Constitución y se ha facilitado la quema de enseres en barrios y calles.
El Paseo de Guadalupe, de manos de la Cofradía de San José, también acogió un enorme candelorio presidido por la imagen del Santo Padre a las puertas de la iglesia y en torno al que se congregaron cientos de personas para disfrutar del bello espectáculos del llamas y el sonar enérgico de los tambores rodeándolas.
El 18 de marzo, Baena no durmió hasta bien entrada la madrugada. Numerosos baenenses residentes fuera de la ciudad e incluso tamborileros de otras localidades, llegaron hasta Baena en esta tarde para disfrutar de esta jornada. Puede parecer extraño e incluso ilógico para ojos foráneos, pero sin duda es una experiencia única, irrepetible e inigualable que llevan en la sangre los baenenses desde que nacen.
Tras una mañana de silencio y de relativa calma, la Cofradía de San José ha tomado el relevo a los cientos o miles de tamborileros y en la jornada de hoy, 19 de marzo, ha sido la encargada de festejar de solemne manera el día del patrono de los padres. Ya en horario de tarde va a celebrar una Eucarística con una posterior procesión por las calles de Baena con la imagen de San José.
Este año, como novedad, desde el día 15, los Salones Parroquiales de la Sagrada Familia de la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe han acogido una exposición sobre “San José y Baena” en la que se han mostrado imágenes sobre el Santo en esculturas, pinturas, grabados, orfebrería y litografías, y zonas en las que se ha intentado reflejar cómo se vive en esta ciudad la víspera de este gran día.
FUENTE: EL DÍA
