Un estudio del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (Ifapa) en Córdoba ha analizado el efecto que tiene el incremento de la temperatura y la concentración de CO2 en la resistencia y susceptibilidad del trigo frente a dos conocidos patógenos de este cultivo, la roya y la septoria.
En concreto, y según ha informado la Junta de Andalucía, los resultados del estudio, publicado en las revistas científicas indican que las condiciones de incremento de temperatura y concentración de CO2 influyen tanto en la capacidad infectiva de los patógenos como en la respuesta de los genotipos de trigo a nivel fisiológico, si bien no modifican la expresión general de resistencia o susceptibilidad.
En este trabajo, desarrollado por los investigadores Josefina Sillero, Cristina de Miguel, Rafael Porras y Alejandro Pérez, del centro Ifapa Alameda del Obispo de Córdoba, se ha valorado pormenorizadamente el efecto de las condiciones ambientales en las interacciones plantapatógeno en genotipos con distintos patrones de resistencia.
Fruto de esta investigación se ha defendido, además, una tesis doctoral y se han publicado cuatro artículos científicos en revistas de impacto y de libre acceso. Para la realización de los trabajos se ha contado con la financiación del proyecto del Ifapa ‘Avances en la investigación e innovación tecnológica en cereales de invierno: mejora genética y manejo sostenible’, y del proyecto ‘Cerestres: Mejora de la producción de cereales bajo estrés biótico y abiótico’, de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), ambos cofinanciados con fondos Feder.
Entre los factores ambientales que más afectan al desarrollo de las enfermedades del trigo están la temperatura, la concentración de CO2 y el déficit hídrico, que son los que sufrirán mayores alteraciones en las condiciones previstas de cambio climático. Así, existen evidencias de que las enfermedades pueden desarrollar mayores síntomas en condiciones de elevada temperatura o concentración de CO2.
El Ifapa, como organismo público de investigación adscrito a la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, desarrolla varias líneas de trabajo en este sentido para hacer frente a los retos del sector agrario ante el cambio climático, entre los que se encuentra la investigación en la resistencia de los cultivos a enfermedades y el control biológico de las mismas.