La localidad de Baena se echó ayer a la calle para mostrar su rechazo ante la violencia machista y la violencia vicaria que lejos de extinguirse, ha ido en aumento en los últimos meses. En triste y emotivo acto, la alcaldesa, Cristina Piernagorda, aseguró estar “muy emocionada porque todas las que somos madres y tenemos hijos sabemos del dolor que tiene la madre de Olivia y de Anna en estos momentos”.
La primer edil quiso agradecer “el apoyo del pueblo de Baena a esa mujer y a todas las mujeres que sufren esta lacra que por desgracia no va a menos” e insistió en “la necesidad de que la ciudadanía muestre su rechazo contra la violencia machista porque no es una cuestión ideológica sino de derechos”.
En opinión de Piernagorda, “es aquí donde todas la instituciones, los poderes públicos y la sociedad” deben “permanecer unidos y rechazarla de manera unánime” y apuntó que “un total de 19 mujeres han sido asesinadas en lo que llevamos de año y desde que terminó el estado de alarma por la covid-19, el pasado 9 de mayo, se han producido 11 asesinatos por violencia de género, esto es, una muerte cada 3 días”.
La regidora baenense detalló que “la concentración de crímenes en un intervalo de tiempo tan pequeño ha disparado todavía más las alarmas y ha llevado a los expertos a vincular la escalada de asesinatos con el fin de las restricciones por la pandemia”, al tiempo que subrayó que “desde 2003, 1.096 mujeres han sido asesinadas y desde 2013, 41 menores”
Además, más de 17.000 mujeres dejaron de denunciar el pasado año. Según los datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el contexto vivido ha tenido un impacto claro en los indicadores de violencia de género. Las denuncias cayeron un 10,31% en 2020 —17.325 menos— y las órdenes de protección descendieron un 11,94%. Esto pone de manifiesto las dificultades añadidas que las víctimas han tenido para denunciar a sus agresores.
Piernagorda explicó que “la violencia vicaria es un tipo de violencia contra las mujeres en la que el agresor utiliza a los hijos e hijas como instrumento para hacer daño a la madre o la expareja”, y dijo que “en el caso de Anna y Olivia, el auto de la jueza señala como objetivo del asesinato de sus hijas provocar un dolor inhumano a su expareja”.
Por todo ello, la alcaldesa insistió en que desde el ayuntamiento quieren mandarle su “apoyo y solidaridad a la madre y familia de estas menores” y su “compromiso en la lucha contra violencia machista”, ya que “entre todos debemos acabar con esta lacra que va en aumento y poner mecanismos para que pronto deje de ser una realidad”.