El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha dimitido de su cargo. La secretaria general del PSOE andaluz y presidenta de la Junta ha impuesto sus tesis críticas con la dirección seguida por el dimisionario y ha logrado lo que buscaba: apartar al hasta ahora líder y nombrar una gestora que tome temporalmente las riendas. En ella, ha puesto a la baenense María Jesús Serrano, una mujer de su plena confianza y estrecha colaboradora del secretario provincial de Córdoba, Juan Pablo Durán, a la sazón, presidente del Parlamento andaluz.
Serrano ha seguido una carrera muy rápida en los últimos años. Antes de dar el salto a la Junta de Andalucía, donde fue consejera de Medio Ambiente y Ordenación de Territorio durante dos años, fue concejal en el Ayuntamiento de Baena desde 2007 y alcaldesa entre 2011 y 2013, ante la forzada dimisión de Luis Moreno, número uno de la lista del PSOE baenense. La cartera que ocupó antes de saltar al Congreso de los Diputados fue la Consejería de Fomento y Vivienda. En el Parlamento nacional su carrera no se ha podido desarrollar debido a la imposibilidad de formar Gobierno.
Su carrera ascendente indica lo bien posesionada que se encuentra dentro de los máximos órganos de decisión del partido en Andalucía a la hora de colocarla en puestos de responsabilidad. Ahora, le va a tocar hacer de cadena de transmisión en la calle Ferraz (sede del PSOE) de las órdenes de Susana Díaz. A su lado, tendrá a Mario Jiménez, portavoz del PSOE andaluz en el Parlamento regional y que ha sabido ganarse tanto la confianza del antecesor de Díaz, Juan Antonio Griñán, como el de la propia presidenta de la Junta.
FUENTE: CORDOPOLIS