La iglesia conventual de San Francisco acogió en la mañana de ayer a cientos de personas para recibir a la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, tras haber permanecido durante algo más de un mes fuera de su templo para ser restaurado a manos del restaurador egabrense, Salvador Guzmán.
Desde primera hora de la mañana, ya era harto complicado poder ocupar un hueco en esta iglesia para contemplar a la restaurada imagen. Tras la celebración de una Eucaristía de acción de gracia, los asistentes pudieron participar en un besapiés a la imagen, como viene siendo tradicional.
Los baeneneses pudieron volver a ver ayer a la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, la cual abandonó hace aproximadamente un mes la iglesia de San Francisco para dirigirse hasta el taller del restaurador egabrense para ser restaurada, “una rehabilitación muy necesaria” según se indicó desde la cofradía, ya que en la talla se podía observar un oscurecimiento de los barnices amarillos que se le aplicaron para su protección, lo que estaba provocando la aparición de numerosas manchas que deterioraban la calidad de la imagen, afectando a la madera y a su policromía.
En esta restauración también se ha procedido a la reparación de algunas grietas en la madera que presentaba la imagen en manos y pies y se ha actuado para una mejor fijación en la peana.
De este modo, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, ha cumplido con el objetivo de que su imagen titular estuviera de nuevo en Baena y expuesta al culto, días antes de iniciar el triduo en su honor, del 11 al 13 de septiembre y la salida procesional de la festividad local del próximo 14 de septiembre, Día de la Exaltación de la Cruz.