El alcalde de Baena, Jesús Rojano, quiso salir ayer al paso de las críticas que a lo largo de toda la semana ha recibido por parte de todos los grupos políticos que conforman la Corporación Municipal (IU, PP y C’s) por no tener aún aprobado y en ejecución el presupuesto de 2017, a pesar de que el PSOE gobierna con mayoría absoluta.
En este sentido, el primer edil insistió en que “las acusaciones no se corresponden con la realidad” y acusó a los grupos de la oposición de “elegir el lado fácil y criticar cuando lo difícil es decir cómo se hace y de donde se consigue la financiación”. Y es que en opinión de Rojano “la falta de recursos” ha sido la culpable de que este presupuesto haya sido “el más difícil” que haya tenido que elaborar hasta el momento.
El regidor baenense explicó que en el último año “se ha bajado un 8% el valor catastral de los bienes inmuebles del municipio, lo que supone una merma significativa de ingresos de 400.000 euros; se ha disminuido el impuesto de vehículos de tracción mecánica; se han eliminado las licencias de actividad y se han establecido más bonificaciones en el recibo del agua” lo que ha supuesto “una gestión muy sensible a las demandas de los ciudadanos pero hay que entender que si bajamos los ingresos no podemos aumentar los gastos”, subrayó.
Para Rojano, “el reto surge a la hora de hacer los presupuestos y como se gestiona el ayuntamiento y nos topamos con la realidad de que por muchas demandas que tengamos no hay dinero para realizarlas todas y no resulta fácil decidir que se hace y que no” por lo que “el PSOE ha presentado un borrador de presupuestos no exento de dificultades y con la incertidumbre de la concesión o no de los fondos europeos”.
El alcalde acusó a los grupos de la oposición de criticarlo por tener “parsimonia y pasividad” cuando esta actitud viene dada “fruto de las circunstancias en las que nos encontramos y es necesaria para ir reforzando la estructura del Ayuntamiento”. “Es un presupuesto con poco margen y la oposición se ha acogido a la opción más fácil de echar la culpa a otro de lo que nosotros no somos capaces de desarrollar, porque siempre tienen la alternativa de presentar un presupuesto alternativo y eso no ha ocurrido”, sentenció.
Rojano recordó que cuando empezó a trabajar en el ayuntamiento en 2011, la deuda estaba en 11,3 millones de euros y había más de cuatro millones pendientes de pago a proveedores y a día de hoy “gracias al esfuerzo tremendo de los baenenses nos hemos quitado deuda en torno a 1,3 millones por año y hoy ronda los 7,8 millones de euros, no tenemos póliza y estamos pagando a proveedores a 64 días”.
En lo que respecta a las acusaciones del PP sobre la existencia de una “administración paralela”, el primer edil insistió en que “no estoy dispuesto a admitir que se deje sombra de duda y sospecha sobre una posible contabilidad B” y precisó que “la crítica es buena y saludable, pero no puedo aceptar acusaciones de una contabilidad oculta, que no existe para nada».