La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha iniciado los trámites para la inclusión de 83 humedales andaluces en el Inventario Español de Zonas Húmedas, entre los cuales están cuatro lagunas del término municipal de Baena, como son la de Butaquillo, Casasola, La Roa y Cortijo Viejo.
Este catálogo nacional de zonas húmedas, en el que ya estaban incluidas las lagunas baenenses de La Quinta y el Rincón del Muerto, tiene como objetivo dar a conocer la situación y estado de conservación de estos enclaves en todo el territorio nacional. Con esta iniciativa, Andalucía pasaría de tener 117 humedales, con una superficie de casi 118.000 hectáreas, a alcanzar la cifra de 200 zonas húmedas, lo que supone una extensión de 137.566,13 hectáreas, confirmándola como la región española con más humedales.
Esta solicitud de inclusión se realiza de acuerdo con la información de la nueva planificación de los espacios protegidos que viene aprobando el Consejo de Gobierno de la Junta, que incorpora junto a zonas húmedas tan emblemáticas como el Paraje Natural Marismas del Odiel (Huelva) o la Reserva Natural Laguna de Fuente de Piedra de Antequera, otras menos conocidas pero de gran importancia ecológica entre las que destaca la Laguna del Butaquillo, en el término municipal de Baena.
Con el fin de garantizar la conservación y el uso sostenible de estos ecosistemas, la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio desarrolla el Plan Andaluz de Humedales, en el que se recoge un inventario exclusivamente andaluz que incluye en la actualidad 204 espacios, principalmente lagos, lagunas, charcas, esteros y pantanos naturales. Cabe destacar que la caracterización de estos enclaves permite a la administración ambiental desarrollar políticas y programas de gestión activa, integrada y global de los ecosistemas.
Los humedales andaluces cumplen funciones ecológicas fundamentales, como la de servir de hábitats de una gran variedad de especies de microorganismos, flora y fauna. Por su abundancia y variedad de tipos ecológicos conforman por tanto áreas fundamentales para la conservación de la biodiversidad de organismos acuáticos en Andalucía. No en vano, el 66% de las especies amenazadas de Andalucía dependen de los humedales para sobrevivir, el 80% de las aves invernantes de Europa visitan en nuestra comunidad estos espacios y albergan además una rica flora acuática y ribereña y un gran número de invertebrados.
Además de ser un destino para el turismo de naturaleza de primer orden por su belleza natural y por la gran diversidad de vida animal y vegetal que concentran, estos enclaves generan otras actividades económicas como la pesca, el marisqueo, el cultivo de arroz o la producción de sal, entre otras. También sirven para mitigar los efectos del cambio climático, ya que son importantes almacenes de carbono, especialmente las turberas y los humedales arbolados.