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Los continuos llamamientos a la ciudadanía y los esfuerzos de las familias, las instituciones, las empresas y los comercios empiezan a dar sus frutos. La provincia de Córdoba ha conseguido reducir el consumo de agua en un 17% durante los meses centrales del verano, julio y agosto, según los datos oficiales de la Empresa Provincial de Aguas (Emproacsa), dependiente de la Diputación de Córdoba.
El consumo, en concreto, se contrajo en julio un 13,6%, mientras que en agosto, pese al aumento de población en los municipios por la avalancha de fiestas patronales, fue del 21,2%, según la empresa provincial. En el acumulado desde el mes de enero, los cordobeses han consumido el 8,7% menos que en el mismo periodo del año anterior.
Según han explicado fuentes de Emproacsa a El Día de Córdoba, para lograr este ahorro han resultado claves, aparte de los llamamientos a la ciudadanía, la reducción del suministro en un 10% que desde mediados del mes de julio se aplica a los municipios de la zona norte y, desde agosto, al conjunto de la provincia.
Actualmente, los pantanos de Córdoba se encuentran a un 16,58% de su capacidad, con solo 565,676 hectómetros cúbicos almacenados de los 3.411,918 posibles. El embalse de Iznájar, el de mayor capacidad de Andalucía y considerado la gran referencia para medir el impacto de la sequía, acumula 158,32 hectómetros de agua, el equivalente al 16,1% de su capacidad, según los datos oficiales del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG).
El que más preocupa, no obstante, es el de Sierra Boyera, que abastece a parte de las localidades del Norte, como Belmez, Peñarroya-Pueblonuevo y Fuente Obejuna. Guarda apenas 4,29 hectómetros cúbicos, solo el 10,51% de su capacidad. Para Emproacsa, estos datos son más que suficientes para mantener la reducción del 10% del suministro de agua en la totalidad de los municipios.
La ordenanza contra la sequía, en exposición pública
Mientras, la ordenanza provincial reguladora de medidas excepcionales por la sequía, aprobada de manera inicial por el Pleno de la Diputación de Córdoba, continúa en proceso de consulta pública, con la previsión de que entre en vigor a finales de septiembre si no se presentan alegaciones. El documento recoge un amplio paquete de medias, desde campañas de concienciación hasta sanciones económicas, que Emproacsa aplicará próximamente en los municipios si la grave sequía persiste, como parece previsible.
Una de las claves es que la empresa podrá marcar “objetivos de ahorro”, y los consumos que superen estos límites se considerarán “excesivos” y se les aplicarán las “medidas de desincentivación” que también aparecen recogidas en la ordenanza. ¿En qué consistirán? La factura llegará con “recargos”, que empiezan con el 50% aplicado al volumen de agua que exceda el umbral considerado normal y puede llegar al 100% en el caso de que se acredite un derroche de líquido.
El texto distingue entre suministros con uso doméstico, organismos oficiales y particulares en alta. Tanto las instituciones públicas como los hogares no podrán superar los 30 metros cúbicos al trimestre (en el caso de que haya más de cuatro convivientes, se otorgan nueve metros cúbicos extra por persona de más). En cuanto a los suministros con uso industrial o comercial, se tendrá en cuenta el gasto del mismo periodo del ejercicio anterior o la mediad de los últimos tres años. La ordenanza avisa de que los recargos serán de aplicación desde la fecha en que se haya efectuado la declaración de emergencia por sequía, y se prorrateará con relación al trimestre facturado.
FUENTE: EL DÍA DE CÓRDOBA
