La Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, a través de la Dirección General de Cuidados Sociosanitarios, se suma a la celebración del Día Mundial del Alzheimer que se conmemora cada 21 de septiembre, este año con el lema ‘Cero Omisiones, Cero Alzhéimer’ con el objetivo de reivindicar el “diagnóstico precoz” de esta enfermedad.
De esta manera, la Junta se une a pacientes, familiares, cuidadores, profesionales sociosanitarios y agentes sociales para dar voz a las personas afectadas por esta enfermedad, para lo que está elaborando el próximo nuevo Plan andaluz de Alzheimer y otras demencias, “en un marco de atención integrada centrada en la persona, que garantice la continuidad asistencial”.
La Junta ha informado en un comunicado de que el nuevo Plan estará alineado con el Plan de acción mundial sobre la respuesta de Salud Pública a la demencia 2017-2025 de la OMS, así como con el Plan Integral de Alzheimer y otras demencias 2017-2023 del Ministerio de Sanidad y la Estrategia Alzheimer andaluza.
Así, entre los que serán ejes principales de este nuevo Plan, que está previsto que vea la luz a principios del próximo año 2022, se encuentran la sensibilización, concienciación hasta la normalización, prevención, potenciación del diagnóstico temprano, formación y asesoramiento tras el diagnóstico, atención social y sanitaria coordinada en torno a cada persona, apoyo a las personas cuidadoras familiares, fomento de la investigación biomédica, social y sanitaria, y mejora en los registros y sistemas de información.
Las mejoras sociosanitarias de las últimas décadas han permitido “alcanzar una larga esperanza de vida”, pero “con la contrapartida de hacer más prevalentes enfermedades íntimamente ligadas al envejecimiento humano como las enfermedades neurodegenerativas, y, entre ellas, su paradigma, la enfermedad de Alzheimer”. No obstante, hay que tener presente con motivo de este día que el Alzheimer no sólo afecta a personas mayores sino también, y hasta en el 10% de los casos, a personas menores de 65 años.
Por otra parte, la Junta ha indicado que también hay que extender la mirada no sólo a la enfermedad de Alzheimer, sino también a otras enfermedades degenerativas que causan deterioro cognitivo grave, menos frecuentes o conocidas, pero que ocasionan en pacientes y familiares repercusiones y necesidades de cuidados similares.
La enfermedad de Alzheimer y otras causas de demencias ocasionan un impacto que excede lo personal y familiar, “para convertirse en un reto para sociedades y gobiernos a nivel mundial”.
Para la Junta de Andalucía es “primordial afianzar políticas sociosanitarias que respalden y hagan partícipe la labor de interlocución, de defensa y prestación de servicios de todos los agentes sociales implicados en la atención y cuidados de estos pacientes y sus familias, representados por la extensa y activa red andaluza de Asociaciones de Familiares”.
Estrategias Alzheimer
La Junta ha subrayado que esta colaboración ha logrado “resultados sociales tangibles”, con el desarrollo de la Estrategia Alzheimer dentro del convenio marco de colaboración entre la Consejería de Salud y Familias junto con la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación y la Confederación Andaluza de Asociaciones de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras Demencias (ConFeafa).
Desde el punto de vista asistencial, la Consejería de Salud y Familias ha impulsado en estos últimos años la actualización del Proceso Asistencial Integrado (PAI) de Demencias siguiendo las recomendaciones de la Medicina Basada en la Evidencia (MBE), de las Guías Internacionales acreditadas más recientes, así como de las Sociedades Científicas y Grupos de Expertos.
Dicho documento recogerá “en breve el consenso multidisciplinar basado en la evidencia alcanzado por un grupo de profesionales expertos tras la revisión sistemática de la documentación más actualizada disponible”, permitiendo aplicar protocolos factibles en la práctica clínica diaria que garanticen el diagnóstico precoz, tratamiento integral, seguimiento continuo y cuidados más adecuados atendiendo a la fase de la enfermedad, así como a las decisiones y necesidades de pacientes y cuidadores.
La pandemia ocasionada por el Covid-19 ha puesto de manifiesto “las fortalezas de nuestro sistema sanitario con profesionales superándose en cada momento adverso, oleada tras oleada, pero también nos ha mostrado la vulnerabilidad de las personas de edades más avanzadas”, ha precisado la Junta. “Han sido nuestros mayores y sus familias cuidadoras los más afectados, no sólo en el riesgo de enfermar y sus graves consecuencias sino también en la pérdida irreparable de un largo tiempo de aislamiento”, ha agregado.
“Esto exige trabajar de forma coordinada para ofrecer la mejor atención social y sanitaria domiciliaria, que permita a las personas con Alzheimer y otras demencias permanecer en sus domicilios durante el mayor tiempo posible, como así habían deseado”, ha señalado. El 90% de las personas con Alzheimer residen en su domicilio, cuidado por sus familiares.
Como “apoyo indispensable” se debe reforzar la ayuda a familiares y personas cuidadoras, atendiendo a su formación y posibilitando su descanso y bienestar emocional, “previniendo y abordando la sobrecarga del cuidador”.
Además de trabajar con ayuntamientos y agentes sociales por conseguir entornos amigables cercanos, para su uso y disfrute como ciudadanos de pleno derecho integrados en la comunidad en que residen. La Junta ha indicado que “es crucial llegar hasta donde se encuentre el paciente”, sea medio rural o urbano, para garantizar su acceso a los tratamientos farmacológicos y no farmacológicos, adecuados a cada etapa de la enfermedad, así como formación y asesoramiento de familiares y cuidadores.