La delegada de Salud y Consumo, María Jesús Botella, ha informado sobre la labor de prevención de riesgos ante altas temperaturas que realiza el Gobierno andaluz, así como el seguimiento de personas especialmente vulnerables. En este sentido, ha precisado que la Junta realiza un seguimiento a 982 personas que padecen mayor riesgo debido a factores personales, laborales, ambientales o locales, entre otros.
Botella ha informado de que las personas del grupo I son mayores de 65 años con patologías, mujeres gestantes, personas sin hogar, aquellas incluidas en el circuito asistencial de trastorno mental grave, así como niños menores 4 años y lactantes, con 696 personas.
De otro lado, en el grupo II se encuadran las personas mayores que viven solas o con un cónyuge en las mismas condiciones y comprende a 188 personas. Por su parte, el grupo IIl incluye a mayores que viven solos o con su pareja en las mismas circunstancias, y que además no reciben visitas, constituido por 22 personas.
Botella ha recordado que este plan está coordinado con el Gobierno de España y otras administraciones desde hace 20 años con el objetivo de “reducir el impacto de las altas temperaturas sobre la salud, centrado los esfuerzos en la población de riesgo”. Está vigente desde el 26 de mayo al 30 de septiembre y se basa en la predicción de altas temperaturas que suministra AEMET, así como definición de grupos de riesgo y alertas.
La delegada ha informado de que el seguimiento depende del nivel de alerta y ha precisado que “cuando se incrementa el nivel, se refuerza la información y, además, desde Salud Responde, o las propias enfermeras de Atención Primaria, se establece contacto telefónico con estas personas o son visitadas en sus domicilios”.