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Los trabajos de limpieza y consolidación del recinto amurallado de la Almedina han concluido hoy, tras llevarse a cabo a lo largo del mes de marzo diferentes actuaciones de eliminación de microorganismos y tratamiento preventivo, así como de consolidación del material degradado.
Por este motivo, el alcalde de Baena, Jesús Rojano, ha visitado esta mañana las actuaciones y ha señalado que “la idea cuando se empezó a excavar en esta zona el pasado año era estudiar el trazado de la muralla”. Ahora, tras aparecer cuatro torres, se han llevado a cabo las labores de limpieza aprovechando una subvención de la Diputación de Córdoba de restauración del patrimonio por importe de 17.600 euros, mientras que el Consistorio ha contribuido con la cantidad de 4.000 euros.
Tras estos trabajos, el Consistorio pretende llevar a término en un futuro la puesta en valor de esta muralla que “podrá generar un impacto visual desde la entrada a Baena por la N-432 dirección Granada y recuperar para el municipio la originalidad de esa ciudad amurallada y de ese patrimonio tan rico que tenemos aquí y que está cubierto por la erosión y el paso de los años”.
Por su parte, la restauradora encargada de la consolidación de las torres y de la muralla, Ana Infante, ha explicado que se trata de una actuación preventiva de la excavación que se hizo en su momento para que las estructuras no sigan degradándose. Concretamente, Infante ha indicado que “se han intervenido cuatro torres y se ha hecho según la prioridad de cada una de ellas, con el fin de que con posterioridad se pueda hacer un proyecto más ambicioso de restauración de lo que es todo el conjunto”.
De otro lado, el arqueólogo municipal, José Antonio Morena, ha resaltado la importancia de esta excavación porque ha permitido saber por dónde iba el trazado de esta zona que hasta ahora no se conocía. “Ahora sabemos por dónde iba y han aparecido cuatro torres y varias viviendas extra muros de la Almedina que obedecían a la expansión de la ciudad en esos momentos y que pueden datar del siglo XVII”, ha recalcado.
Los trabajos arqueológicos, dirigidos por Fernando Javier Tristell, ofrecieron el pasado año interesantes resultados pues al descubrimiento junto a la muralla original, de los restos de una vivienda del siglo XVII, se pudieron extraer datos importantes del recinto amurallado. En concreto, se descubrió una torre maciza de época árabe en la esquina sureste del trazado defensivo, que hasta ahora no se conocía y se localizaron otras torres en este mismo tramo que se encontraban en un precario estado de conservación, de ahí la actuación que ahora se ha iniciado.
