Los embalses de la cuenca del Guadalquivir siguen reduciendo sus niveles hasta caer a los registros más bajos del verano del 2009 por la demanda de recursos hídricos del regadío y el abastecimiento de la población. Los pantanos cordobeses almacenaban el viernes 1.320 hectómetros cúbicos, es decir, se encontraban al 38,7% y tenían 615 hectómetros cúbicos menos que hace un año. El ciclo de sequía por tercer año consecutivo ha provocado que los embalses de la cuenca hayan descendido en este periodo de manera importante, después de que en el 2013 llegarán al 92,6% a mediados de julio.
Por el momento, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir mantiene desde hace varios meses el sistema de la regulación general, que es la que abastece al regadío, en situación de prealerta. Esta declaración indica que hay recursos hídricos para dos años al 80%, mientras que sí se garantiza el 100% del abastecimiento en un periodo inferior a tres años. Por su parte, Sierra Boyera está en alerta.
El ingeniero jefe de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir en Córdoba, Pedro Escribano, afirmó que los agricultores «se han comido sus reservas» tras tres años secos. Así, Escribano indicó que los embalses se quedarán al 25% de su capacidad al cierre de la campaña de regadío, en el mes de septiembre. Con respecto al abastecimiento de la población, el ingeniero jefe explicó que no habrá problemas para el consumo.
FUENTE: DIARIO CÓRDOBA