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El secretario general de Agricultura y Alimentación, Fernando Miranda, ha dejado claro que desaparecerán los derechos históricos de la PAC con el nuevo Plan Estratégico Nacional de la PAC, al señalar que el Gobierno propondrán “un sistema de control muy estricto para que una vez que concluya el sistema de derechos solo se puedan beneficiar de las ayudas los que son verdaderamente agricultores y ganaderos”. Asimismo, ha aclarado que aún no se sabe “en qué momento se producirá esa extinción de esos derechos”.
En una reunión con el Consejo Provincial del Aceite de Oliva, órgano consultivo de la Diputación de Jaén, Miranda ha señalado que “un sistema agrario que no esté basado en derechos individuales, como el actual, es un sistema más transparente a la hora de ejercer la actividad agraria, añadiendo que es un aspecto en el que se encuentran trabajando dentro del Plan Estratégico de la Política Agraria Común (PAC) que tienen que presentar a Europa”.
A preguntas de los periodistas sobre si desaparecerán los derechos históricos, se ha referido a la posible supresión de los derechos históricos, sobre los que considera que “se pueden producir efectos equivalentes a los derechos individuales” sin que exista un mercado de los mismos o atesoramiento de esos derechos por parte del propietario.
Asimismo, ha añadido que propondrán un sistema de control muy estricto para que una vez que concluya el sistema de derechos solo se puedan beneficiar de las ayudas los que son verdaderamente agricultores y ganaderos, si bien, ha asegurado que hay que ver en qué momento se producirá esa extinción, lo que implica que desaparecerán los derechos históricos, cuya fecha exacta se sabrá una vez que concluyan los acuerdos del Plan Estratégico de la PAC en el que se está trabajando para su presentación formal ante la Comisión Europea.
No obstante, Fernando Miranda, ha insistido en que la nueva PAC es una oportunidad de cambio de cara a la próxima década que si no aprovechamos “nos podemos quedar desfasados” y ha explicado que se “introducirán cambios paulatinos, porque en el fondo es una reforma para casi diez años, con el objetivo de que se mantenga el tejido productivo y que nuestros sectores agrícola y ganadero sigan siendo competitivos y sostenibles”.
En este sentido, ha expresado su satisfacción por el presupuesto que se ha conseguido, al que hay que añadir los fondos nacionales y “se sumarán también fondos de recuperación, con lo que es probable que contemos con la mayor cantidad de dinero que nunca hayamos tenido en la PAC”.
Una situación que ha calificado como “una ocasión”, por lo que se ha mostrado “optimista” ante un futuro en el que “hay que cambiar, no podemos quedarnos como estamos, porque la sociedad ha evolucionado en estos últimos años y cada vez tiene más conciencia medioambiental respecto a cómo se producen los alimentos, pero tendremos tiempo para adaptarnos”.
También ha asegurado que el olivar tradicional tiene que tener algún reflejo en la PAC tanto en ayuda básica a la renta como en los ecoesquemas, donde de alguna manera se ve reflejado ese tipo de medidas, con las características positivas de este tipo de cultivo sobre todo en zonas de especial dificultad.
