“No vamos a consentir que se contraten esclavos”. Así de contundente se mostró ayer el secretario General del Sindicato Provincial de Industria de CCOO de Córdoba, Rafael Morales, en referencia a la solicitud de los empresarios agrícolas de contratar un contingente de trabajadores y trabajadoras extranjeros en origen para las campañas agrícolas.
Morales señaló que “habiendo casi 70.000 trabajadores y trabajadoras censados en el Sistema Especial Agrario en Córdoba y teniendo la provincia una de las tasas de desempleo más altas de España es incomprensible que los empresarios soliciten un contingente de este tipo”.
En concreto, los empresarios piden un contingente para la recogida del olivar de montaña, porque aseguran que no encuentran trabajadores locales o extranjeros afincados en la provincia que quieran trabajar. “No encuentran porque lo que quieren los empresarios que es que trabajen a destajo, algo que está prohibido en el convenio colectivo”, criticó el responsable sindical.
En este sentido, el secretario General explicó que en el olivar de sierra, por las difíciles condiciones orográficas y la menor producción, es imposible alcanzar el nivel de recogida del olivar de campiña. Por ello, algunos empresarios, en vez de pagar por jornada, como establece el convenio, lo hacen por kilos de aceituna recogida. El problema es que se tardan 14 ó 15 horas en recoger el cupo mínimo que exige el empresario con lo que se ven obligados a trabajar a destajo, algo que también está prohibido en el convenio, en jornadas “extenuantes” por las que se pagan 15 ó 20 euros cuando el convenio establece un precio de 48 euros por una jornada de seis horas y media.
Todo ello supone un fraude en la contratación y también un fraude en las cotizaciones a la Seguridad Social. “El sector dentro del sector agrícola que más despropósitos aglutina es el de los cítricos y el olivar”, explicó el secretario General de la Federación de Industria de CCOO de Andalucía, José Manuel Moreno. “Aquí se están produciendo fraudes claros en la contratación lo cual genera a su vez fraude en las cotizaciones a la Seguridad Social” mientras que los incumplimientos del convenio se centran en el tema salarial y de jornada, comentó Moreno.
Además, añadió Morales, los trabajadores y trabajadoras locales y extranjeros afincados en la provincia conocen las lamentables condiciones de los alojamientos. “Los meten en cortijos insalubres, sin agua y sin luz”, afirmó y estas cuestiones las desconocen los trabajadores y trabajadoras contratados en origen que aceptan las condiciones laborales que ponen los empresarios, que no se ven en las comisiones de flujos migratorios y que “crean un perfil de trabajador que en España sería ilegal e incluso inconstitucional”.
De esta forma, Morales hizo hincapié en que “cuando se cumpla el convenio colectivo, cuando no haya desempleo en la provincia de Córdoba, CCOO se planteará si hay o no necesidad de tener un contingente”. Por ello, el sindicato reclama a la Inspección de Trabajo y a las fuerzas de seguridad que “estén vigilantes con estos planteamientos” e insistió en que hay que involucrarse todos los estamentos oficiales, sindicatos, empresarios y administración pública en la calidad del empleo porque “el campo andaluz cada vez está pareciendo más a un régimen de semiesclavitud y aquellos que alzan su voz para defender sus derechos son expulsados mediante la coacción y el resto soportando condiciones que en muchos casos son infrahumanas”, denunció Moreno.
Por otra parte, los responsables sindicales aplaudieron la actuación de la Inspección de Trabajo y de las fuerzas de seguridad en Palma del Río “teniendo en cuenta que venimos persiguiendo este tipo de actuaciones desde hace mucho tiempo y que desde el sindicato estamos extremando nuestras actuaciones de cara a evitar los abusos que se han cometido y se puedan cometer en el campo”, dijo Moreno a lo que Morales añadió que “somos conscientes de que la Inspección de Trabajo está como está, con sólo seis inspectores para toda la provincia”.